Aquí dejo una noticia que me puso los pelos de punta.
Princesa
se llama Fátima.
El
País.
14 /
agosto / 2014
Sus
rescatadores le llamaron Princesa. Pero su nombre real es Fátima. Es la bebé de
once meses que cruzó desde Tánger el estrecho de Gibraltar, el
martes 27 de julio, a bordo de una lancha de juguete junto a otras ocho personas
(entre ellas otras dos bebés y dos mujeres embarazadas). Pero entre los
pasajeros no estaban sus padres.
Tras
la repercusión de su caso —las televisiones la han convertido en la cara de
esta crisis— las fuerzas de seguridad ya han podido ponerse en contacto con sus
padres y ahora tratan de facilitar el reencuentro y acercarla a su madre. Sus
acompañantes en la lancha, únicos testigos de lo que sucedió la madrugada del
lunes antes de hacerse a la mar en esa playa de Marruecos, aseguran que no fue
abandonada sino que sus progenitores no pudieron zarpar en medio de una
trifulca a base de pedradas con la gendarmería de Tánger.
Desde
que fue recogida en alta
mar por los servicios de Salvamento, lo que le sobran a Fátima son
padrinos. En la asamblea de la Cruz Roja en Tarifa los dos primeros biberones
se los proporcionó María Ángeles que la acunó en su regazo después de una larga
siesta de seis horas. Y ese mismo martes pasó la noche en casa de otra
voluntaria de la ONG que pide no ser identificada. Jugó hasta cansarse con sus
dos hijos de ésta antes de caer rendida. A la mañana del miércoles, bien
temprano, sus pequeños amigos lloraron al verla marchar de nuevo camino de la
sede de la Cruz Roja en Tarifa. Allí la esperaban tres agentes de la policía
autonómica. Sin sirenas ni uniformes. Los tres vestidos de paisano con un coche
camuflado para evitar asustarla y ponerla a disposición de la Junta de Andalucía.
La
despedida de sus ángeles de la guarda en la península hizo saltar sus primeras
lágrimas. De Tarifa, viajó al cuidado de los policías hacia un centro de
acogida de la Junta en La Línea de la Concepción. Llegó a las once y volvió a
adaptarse sin rechistar, como viene haciendo desde el martes al pasar de mano
en mano.
A las
cuatro de la tarde del miércoles estaba ya a cargo de una familia de acogida
andaluza, de la que no se facilitan datos para preservar la intimidad de la
bebé. Ya no quedan rastros de los 38,5 grados de fiebre con que salió
temblorosa y empapada de la lancha de Sasemar. En su nuevo hogar, esperará a
reencontrarse con su familia de siempre. Las ONG dan por hecho que debe ser su
madre la que venga a buscarla. El Gobierno andaluz asegura que la
decisión de buscar una familia de acogida provisional obedece a preservar el
bienestar de la pequeña.
Me ha impactado esta noticia porque muestra
lo buena que es la gente y lo bien que trataron a Princesa. Todos los actos que
hicieron me parecen preciosos, y seguro
que hoy, 3 meses más tarde estará perfectamente con su nueva familia.